
Mapas de riesgo – Como actuar cuando surge un nuevo riesgo como un virus
La elaboración de un mapa de riesgos es una cuestión fundamental para todas las compañías dado que supone una representación gráfica de todos los riesgos a los que se encuentran sometidas, así como el nivel de criticidad de dichos riesgos, en base a la probabilidad y gravedad de cada uno de ellos.
El resultado del mapa de riesgos nos permite trazar estrategias y establecer protocolos para eliminar dichos riesgos o mitigarlos, si no es posible su eliminación.
La situación que vivimos actualmente, con el Covid-19, nos obliga a enfrentarnos a una situación nunca vivida en la reciente historia y, por lo tanto, sin precedentes que nos indiquen una línea clara de actuación. Nos encontramos ante una circunstancia donde lo único que podemos afirmar es la existencia del virus pero, todo lo que rodea a esa propia existencia es una incertidumbre:
- Se desconoce su origen.
- Se desconoce su evolución.
- Se desconoce su cura.
- Se desconoce si es un virus estacional.
- Se desconoce por qué afecta en diverso grado a unas personas respecto a otras.

Tanto ante esta situación, como ante cualquier otra de riesgo, pero especialmente en esta situación en concreto lo que nunca puede cundir es el pánico, en el sentido del catastrofismo. Como ya conoceréis, la frase que digo siempre es que de los problemas hay que ocuparse pero no preocuparse; mientras nos preocupamos (sobre todo si es en exceso) no nos ocupamos y, si nos ocupamos debidamente, nuestro nivel de preocupación disminuirá, así que este método son todo beneficios.
Perfecto, ahora tenemos claro que tenemos un nuevo riesgo y vamos a ocuparnos de tomar medidas para su mitigación. ¿Por dónde empezamos? Empezaremos por trazar todos los escenarios posibles que sucederían una vez se manifiesta el riesgo en sus diversas formas (al tratarse de un virus podemos tener distintos escenarios), trazamos escenario vs consecuencias y así, uno tras otro. Los clasificamos de menor a mayor gravedad y se establece un plan de contingencia que contemple protocolos de actuación a activarse en cada momento. Una vez establecidos, se comunica a toda la compañía y se revisan conforme se vaya actualizando la información sobre la evolución, si fuera preciso. Si llega a surgir la contingencia, se activa el protocolo.

En las últimas semanas hemos tenido multitud de consultas de clientes sobre esta cuestión y estamos colaborando en la elaboración de protocolos para ayudar a las compañías a tener establecidos los planes de actuación.
Hasta la fecha, son las grandes compañías las que están haciendo públicos sus protocolos y algunas de las medidas que contemplan éstos, ante el riesgo del Covid-19. Ello no obsta a que, desde nuestro punto de vista y en vista de la evolución de la última semana, todas las compañías dediquen un tiempo a pensar en trabajar en tener establecido un plan con ciertas medidas de actuación. Muchas de esas medidas, esperemos que nunca tengan que activarse y ponerse en marcha y otras las pondremos directamente en marcha porque tengan un carácter meramente preventivo y no sean intrusivas de la actividad diaria; pero, al final, todo este ejercicio de mitigación y prevención corporativo es el mismo que se realizaría para mitigar cualquier otro tipo de riesgo que, esperamos que no suceda nunca, pero que de suceder podría ser altamente perjudicial para la actividad de la compañía.
Espero haber podido arrojar un poco de luz sobre esta cuestión sobre las que hemos recibido tantas peticiones en los últimos días.
CEO