
Skills & Personas – Su importancia en los procesos de selección
El mundo de los HR está virando de una forma importante y ello se traduce en cambios significativos en la forma de seleccionar, gestionar y entender a las personas. Personalmente, nos encanta que se produzcan estos cambios orientados a utilizar la inteligencia emocional aplicada a los HR y a ver a las personas y su conjunto de habilidades y competencias como algo más allá que un mero medio de generación de ingresos.
Una de las cuestiones que está virando, es la relacionada con la importancia de las skills de los candidatos, en el marco de los procesos de selección.
Las skills o habilidades pueden ser de dos tipos; en este sentido hablamos de las hard skills y de las soft skills. Lo primero que haremos será trazar la línea divisoria entre las hard y las soft:
Hard Skills
Se trata de todas aquellas habilidades que se adquieren a través de un proceso formativo o a través del tiempo de desarrollo de carrera profesional. Son más bien habilidades de carácter técnico, dentro de nuestro ámbito de conocimiento profesional específico.
Un ejemplo de hard skill sería tener conocimiento sobre derecho fiscal, para un candidato aspirante a una posición de fiscalista o tener conocimiento sobre un lenguaje de programación concreto, para aquella persona que aspire a una posición de analista programador.
Se trata de un tipo de habilidades fácilmente cuantificables y demostrables y, principalmente, las encontramos todas descritas en el CV.
Soft Skills
A nosotros nos gusta decir que son todas aquellas habilidades etéreas, en el sentido de que no son tan fácilmente cuantificables, ni verificables. Se trata de todas aquellas habilidades ínsitas a la propia persona, su carácter y forma de ser; aunque ello no obsta, y que vaya por delante, a que se puedan ir adquiriendo más soft skills con el paso del tiempo e, imprescindible, una correcta predisposición a ello.
Un ejemplo de soft skill sería tener habilidades como: asertividad, empatía, gestión emocional, etc.
Son habilidades cuya cuantificación y demostración es más compleja, que cuando hablamos de las hard skills, de cara a un proceso de selección.

De cara a un proceso de selección, donde se realiza un análisis por competencias, las hard skills son las primeras habilidades que se analizan y sirven para realizar una criba inicial de ajuste del perfil a los requerimientos de la posición.
Pero (y aquí es donde se ha producido el cambio sustancial) ¿sólo valoraremos las hard skills? ¿A igual nivel de habilidades duras, marca algún diferencial el hecho de tener habilidades blandas?
Sin duda alguna, la respuesta a la primera pregunta es: NO. En un proceso de selección no se pueden valorar sólo las hard skills del candidato, dado que serán las habilidades blandas que se añadan, las que marcarán la diferencia. Obviamente, deberemos tener en cuenta el hecho de que no para todas las posiciones es igual de importante tener una soft skills.
En cuanto a la segunda pregunta, por nuestra parte la respuesta sin duda es: SÍ. Las soft skills marcan la diferencia para procesos en los que hay igualdad de hard skills entre candidatos. Y, de la misma manera, hay que ser capaz de detectar si, las soft skills pueden llegar a suplir la carencia inmediata de alguna hard skill secundaria.
Y aquí es donde entra en juego la habilidad en la selección del mejor talento. Porque el talento que marca la diferencia se encuentra más allá de la formación, se encuentra en aquello que no puedes leer y verificar en un CV.
Y así, es como nosotros entendemos la importancia de las skills en los procesos de selección de personal.