
Vacaciones & Desconexión – Aprendiendo a cuidar de nosotros mismos
Nos encontramos en pleno epicentro del periodo estival; a estas alturas del mes de Agosto, muchos de nosotros estamos en pleno periodo vacacional. ¡Merecido descanso, por fin has llegado!
Pero… ¿Y por qué nos cuesta tanto desconectar? Los motivos principales son:
1. La inercia
La vorágine laboral nos hace generar una inercia donde estamos constantemente “activados” en la rueda: responsabilidad, tareas, realización, próximos objetivos. Esta inercia tiene tanta fuerza que, detenerla de golpe, de un día para otro, se vuelve complicado para muchas personas.
2. La conexión digital
En un mundo hiperconectado, estamos constantemente localizables y, nuestro sentido de la responsabilidad, hace que estemos pendientes de cualquier comunicación, aunque nos encontremos de vacaciones.

En línea con nuestra forma de pensar y lo que defendemos siempre, la persona debe estar en el epicentro de todo y debemos cuidar nuestro cuerpo y mente porque son la base para poder desarrollar el resto de nuestra vida con normalidad. Como consecuencia de todo eso, es primordial poder llegar a desconectar en vacaciones y conectar con todo aquello importante: mente, familia, amigos, hobbies, etc.
Como ya hemos comentado, esto puede llegar a no ser tarea fácil y, por eso, debemos realizar un proceso de esfuerzo mental y auto-reeducación, para obligarnos a eliminar temporalmente la focalización de nuestra mente en nuestras obligaciones laborales.
Y, para intentar ayudaros en la tarea de conexión con el mundo, os damos los siguientes consejos:
1. Libera tu mente
Busca el momento que mejor te vaya del día, para dedicártelo a ti mismo y a relajar la mente y, por ende, el cuerpo. Busca un lugar tranquilo, enciende un poco de incienso, siéntate y libera la mente para no pensar en nada. Disfruta del silencio, acalla los pensamientos y abre camino a la serenidad.
2. Abandona el móvil
Os digo, por experiencia, que sólo hay que intentarlo; cuando lo has hecho un par de veces entonces te dices a ti mismo: ¡Qué paz! ¿Y, por qué no he hecho esto antes? En realidad, es súper sencillo, ¿Qué vas a salir a dar un paseo? Prueba de dejar el móvil en casa…aunque sólo hayas salido a comprar el pan. Poco a poco empezarás a generar un sano desapego a este artilugio moderno en aquellos momentos en los que no eres “yo, persona trabajadora y responsable”, sino “yo, dedicándome tiempo a mí mismo y a lo que me apetezca en cada momento”.
3. Intenta cumplir objetivos personales
A priori, parece una tontería, pero nos pasamos la vida pensando y diciendo cosas como “hacer un viaje a tal sitio es el sueño de mi vida” o “poder reunir a la familia juntos e irnos de vacaciones estaría genial” o “si tuviera tiempo haría tal cosa” y, curiosamente, pasa el tiempo y siguen siendo meros “me encantaría”. Pues bien, se acabó, establece todo aquello que te gustaría hacer y, sencillamente, ¡hazlo! Verás que bien sienta priorizarte.
4. Disfruta de lo que la vida te ofrece
Puede parecer una obviedad, pero no lo es. Transitamos por la vida, montados en nuestra “rueda de ansiedad” preocupados de todo aquello que no hemos hecho y había que hacer hoy, de lo que hay que hacer mañana y pasado, de solucionar problemas (porque estamos tan estresados que no conseguimos llegar a evitar que se produzcan) y todo lo que esto conlleva, pero, no obstante, no nos paramos a disfrutar y agradecer todo aquello que sí tenemos y que estamos dejando pasar de largo por estar focalizados en otro punto. Obviamente, para cada persona serán cosas distintas, pero, sean cuales sean las cosas buenas y maravillosas que tienes en esta vida, hazme caso y párate un segundo a contemplarlas y valorar todo lo que suponen que estén ahí. ¿Y sabes lo que pasará? Que sin darte cuenta empezarás a sonreír…primero internamente y luego físicamente y, así, sin darte cuenta, habrás iniciado el camino del cambio.
Al final, por muy complicado que sea, sólo con intentarlo ya habremos dado el primer paso. Y eso es lo importante.
Esperamos que tengáis unas buenas vacaciones y que las disfrutéis tanto como nosotros prometemos hacerlo.
