
Valores éticos – Su importancia en el trabajo
Hoy queremos tratar el tema de los valores éticos que consideramos que deben tener los trabajadores, dentro del marco laboral.
Por todos es conocido el famoso corporativismo, entendido como la defensa del grupo al cual tienes sentimiento de pertenencia, entendido como empresa, grupo, sector o profesión.
También son más que conocidas las soft skills o habilidades blandas, tan y tan importantes como elemento integrador entre las habilidades duras y las competencias técnicas para conformar un perfil idóneo en todos los ámbitos.
Pero, desde nuestro punto de vista, todavía nos queda otro elemento más a valorar, que serían los valores éticos de la persona, entendido en base a la relación persona – empresa. ¿Por qué este elemento tiene un rol tan importante? Porque no hay verdadera excelencia profesional en una persona carente de valores morales.
Si hay algo claro es que, en esta vida, no todo vale. La ética es un elemento ínsito a la persona y la persona es quien representa a la empresa. La ética o moralidad de una persona es un elemento propio que se manifiesta de la misma forma en la vida personal y en la profesional; no se tienen dos escalas de valores en función de en qué ámbito de tu vida estés en cada momento.

Por ello es tan importante que la cultura empresarial promueva, dentro de la organización, los comportamientos propios y censure contundentemente, todos aquellos comportamientos impropios que se puedan producir. Un profesional no puede, bajo ningún contexto, realizar un comportamiento no ético para conseguir un objetivo concreto, con el pretexto de que lo hace en pro de los intereses de la compañía.
Las compañías tienen derecho a querer que las personas que las conforman tengan un mínimo de valores éticos, acordes a los de la propia empresa. Conformar equipos basados en una confianza sólida es clave para poder avanzar; esperamos de las personas que, aparte de ser competentes, sean confiables.
Debemos animarnos a detectar esas cualidades que van acorde con el código ético y cultura de la compañía para, con el tiempo, formar equipos lo más cohesionados y alineados posible en cuanto a habilidades blandas y valores morales. Porque ese elemento consolidará el equipo, dando un paso más hacia la excelencia.